Desde los orígenes, hace más de 3.000 años, conocemos los beneficios de las buenas prácticas para la producción de cultivos.
Los invernaderos han sido herramientas indiscutibles para proteger y mejorar la condiciones de las plantas. Desde ya hace algunos años, se ha venido introduciendo la tecnología en estas industrias agrícolas con la finalidad de maximizar la producción.
Las variables que se controlan por medio de equipos electrónicos son la temperatura, humedad, luminosidad, CO2 (Dióxido de Carbono). Estos mecanismos prometen que el control climático sea mucho más efectivo aportando la condiciones óptimas para que las plantas crezcan a velocidades mucho mayores que las que se observan en los cultivos tradicionales a cielo abierto o en invernaderos convencionales.
El enriquecimiento del clima beneficia los cultivos en invernaderos, ya que las plantas necesitan de estas condiciones para su proceso natural de fotosíntesis. Por ejemplo, las plantas toman CO2 del aire y agua de las raíces y luego utilizan energía luminosa para transformar estos componentes en azúcar (Carbohidratos) y oxígeno. Si no existe un suministro del nutriente adecuadamente y disponible para las plantas, el ritmo de fotosíntesis se reduce. El CO2 generalmente se encuentra en el entorno ambiental, aunque en concentraciones no comparables a las que un invernadero pudiese tener.
En la actualidad, existen muchos equipos en el mercado que cumplen con la función de controlar el clima en los invernaderos y se usan técnicas diferentes según la necesidad del agricultor. Por ejemplo, para el control de humedad se emplea la técnica tradicional de riego sea por aspersión o goteo, pero a diferencia de la técnica convencional estos dispositivos o actuadores se rigen de la decisión de un controlador que a su vez se realimenta de sensores que miden la humedad en el aire y en el suelo. Otro técnica empleada para el control de humedad, es tal vez la más avanzada y es la de riego por niebla o vapor de agua. Ésta forma de generar humedad puede llegar a ser algo costosa debido a que usa equipos evaporizadores complejos, pero puede ser tal ves la técnica más eficiente, pues tiende a gasta menos el recurso agua y cumple con los objetivos de control.