Por el contrario de los combustibles fósiles como el carbón, petróleo y gas natural, las energías renovables no se agotan o limitan, debido a que aprovechan las condiciones físicas naturales del globo. Podemos destacar entre las energías renovables la hidroeléctrica, eólica y la fotoeléctrica.
Pero tal ves la ventaja más importante es que no contribuyen a la contaminación del planeta, pues no tiene emisiones dañinas al medio ambiente. Según la publicación World Energy Outlook 2016 de la Agencia Internacional de Energía (IEA), el COP21 en el 2015 fijó el objetivo de concluir un acuerdo mundial para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, donde la concentración de fuerzas será enfocada hacía la vía de producir energía mediante las métodos renovables. El camino a seguir de los combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural siguen siendo el fundamento del uso global de la energía, pero todos se enfrentan a un período incierto de ajuste, tanto a las condiciones actuales del mercado como a largo plazo a la perspectiva de un nuevo panorama normativo.
Aunque es una realidad que los combustibles convencionales hasta ahora venían siendo los más eficientes, en términos energéticos, los avances de las tecnologías alternativas son notables. Grandes potencias de la energía renovable como los paneles solares están surgiendo como es el caso de Chile por Sur América o China por Asia.